La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la caída como el resultado de cualquier evento que lleve a una persona al suelo en contra de su voluntad.
En la mayoría de los hospitales en todo el mundo, las caídas de los pacientes son un fenómeno relativamente común, y su medición se ha convertido en uno de los indicadores clave para evaluar la calidad de la atención brindada en las instituciones de salud.
Estas caídas pueden tener graves consecuencias para los pacientes, incluyendo lesiones significativas, discapacidad e, incluso, en algunos casos, la pérdida de vidas humanas.
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